Dos tiempos bastante distintos nos ofrecieron Trope y Vimenor en la gélida tarde del sábado. La primera parte resultó muy igualada, con un Vimenor muy intenso y bien posicionado que dificultó enormemente la salida del balón de los amarillos que estuvieron algo espesos y menos afortunados que en las jornadas precedentes cuando parecían haber encontrado una buena línea de juega. Apenas aproximaciones salvo la ocasión que seguirán recordando durante toda la semana por Vioño: un robo de balón en el área del Trope, mano a mano del delantero que supera a Fabio y, a puerta vacía, estrella el balón en el poste. Por los locales, apenas el peligro generado en alguna internada de Alberto por su banda izquierda y en contandos balones a nivel parado que rondaron la portería de Rodri sin acabar de concretarse en nada.
La segunda parte ofreció una versión muy distinta de ambos conjuntos. El Vimenor pareció acusar el desgaste físico de la primera mitad, reculó bastante hacia su área y los taniegos manejaron el choque ya con bastante más soltura y fluidez con el balón. La salida al campo del recuperado Ismael fue determinante ya que apenas llevaba tres minutos cuando acertó a embocar un gran pase de Litos desde la banda derecha. Con el marcador en contra el Vimenor se diluyó y le puso más corazón que otra cosa, facilitando las rápidas salidas al contraataque de los locales que, entonces sí, tuvieron varias opciones de incrementar el marcador. Sólo una internada por banda de Ismael con pase medido a la cabeza de Sergio se acabó de concretar en lo que ya sería el gol de la tranquilidad y la sentencia de un choque que resultó igualado hasta que las fuerzas abandonaron a los de La Vidriera, un equipo, en todo caso, serio y ordenado.