Hay tardes en la que el fútbol, ese juez implacable, decide devolver a quien lucha lo que le había sido arrebatado. En el Estadio San Benito de Porcuna, donde la grada aprieta como pocas en la provincia de Jaén, el CD Alhaurino firmó una epopeya que quedará grabada en la memoria azulilla: una batalla con héroes, un antagonista evidente y un desenlace iónico como clímax perfecto.
El partido comenzó con un Alhaurino muy serio, consciente de la importancia del duelo y decidido a reafirmarse tras semanas complicadas. Desde el primer minuto los de Francis García mostraron un fútbol directo, incisivo y valiente, buscando sin complejos la portería jienense.
La recompensa no tardó en llegar: en el minuto nueve, Óscar cazó un balón en la frontal y soltó un zapatazo imparable que puso ...
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