El Municipal volvió a vivir este domingo una de las tardes más sufridas, y a la vez, celebradas, que recordará este curso. Todo estaba preparado para que el partido de alto voltaje contra el Tomares pudiera saldarse con la victoria de los locales y pasar a la vez a ocupar su puesto en la tabla como sextos.
Pero el levante no quiso faltar a esta cita tan especial y acabó protagonizando un encuentro más destructivo de lo previsto. La elaboración desde atrás se antojaba prácticamente imposible y las ocasiones durante los primeros veinte minutos se redujeron al balón parado. La situación favorecía al conjunto sevillano, siempre con más problemas a la hora de recuperarse de las transiciones, pues no tendría que trotarse el enorme terreno de c&e...
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