Pocos podían imaginarse que después de los treinta primeros minutos de juego el partido iba a concluir de la forma que lo hizo. Esa media hora inicial mostró a un Trope letal ante la portería visitante que aprovechaba sin piedad las reiteradas concesiones defensivas del Bezana.
3-0 y parecía que todo estaba decidido. Nada más lejos de la realidad porque los visitantes, que ya habían creado peligro en alguna contra a través de un Fran que dio un verdadero curso de lo que debe ser un media punta ofensivo, no se vinieron abajo y persiguieron con ahínco descontar diferencias hasta llevarla a la mínima expresión al filo del descanso mediante dos acciones que retrataron la disposición y actitud defensiva de los locales.
La segunda parte transcurrió sin excesivos sobresaltos en su primera media hora, con un Trope algo más dispuesto en las tareas defensivas pero incapaz de volver a llevar un mínimo de peligro a la portería de Damián. Aún así, Fabio tuvo que intervenir con mucho acierto en un par de ocasiones antes de la traca final reservada para los diez minutos finales. La entrada de Rodri, un delantero contrastado que proviene de la División de Honor juvenil, le dió un último aliento a un Bezana que se fue, primero a por el empate, y, vista la endeblez defensiva de los amarillos, después a por la victoria. Esos diez último minutos mostraron la peor cara de la temporada de un Trope sin orden ni concierto, con groseros desajustes defensivos del bloque e impotencia en ataque para crear una mínima situación de peligro.
En definitiva, tropiezo grave de un cuadro local que ahora se va a ver muy exigido en los próximos choques pero que, antes que nada, deberá hacer una adecuada lectura de lo sucedido ayer para no insistir en el error y acabar de configurar un cuadro que tenga algo más de solidez y no parezca, como en unos cuantos tramos de este último partido, una hoja movida por el viento que queda a merced de la intensidad con la que éste sople.