El Chiclana no espabila. Ayer se escapó una nueva oportunidad de cambiar la deriva de los acontecimientos y ya no queda margen para seguir creyendo que este es el camino. En este caso, fue el Guadalcacín el que tiró de gran efectividad y se impuso gracias a los tantos de Fernando y Selu en la segunda parte.
Una vez más se repitieron situaciones que lastraron al equipo y le hicieron sufrir en demasía. El partido estuvo igualado hasta el descanso, predominando el centrocampismo y con los blancos casi siempre de espaldas a la portería rival, y se desequilibró tras el primer gol. Un trallazo de Fernando desde más de cuarenta metros y que dejó a todos con la boca abierta.