La aparición del fútbol en Ontinyent. los antecedentes
A principios de la década de los años 20 la vida pasa entre las labores del campo y las fábricas. La juventud se explaya en las plazas del pueblo y los parajes que la rodean. Y también empieza a divertirse practicando un juego que a finales del siglo XIX llevaron a España los ingleses que desembarcaban en los puertos marítimos de Andalucía y el País Vasco. El 'foot-ball' es una práctica cada vez más extendida y en Ontinyent los domingos se viven en torno a los jóvenes que en el campo del Patronato van detrás y delante de un balón. Ese es el primer antecedente constata del deporte rey en nuestra ciudad, las ligas locales en el Patronato.
Pero 1923 un grupo de ontinyentins cree que es el momento de dar un paso más, de confeccionar una selección de los mejores jugadores del pueblo y competir contra muchachos de otras poblaciones. Daniel Guillermo y Francisco Cerdá son el alma del nacimiento del primer equipo que representó la ciudad y llevaba su nombre, el Club Deportivo Onteniente, que se registró oficialmente el 5 de agosto de 1923.
La consolidación de esta afición lleva a inaugurar ese mismo año el primer estadio municipal El Clariano, en los terrenos de la fábrica de La Farinera. Aquella primera entidad que había sido ligada a Daniel Guillermo y Francisco Cerdá se desvaneció cuando estos dos singulares personajes dejaron la ciudad para ocupar destacados cargos, el primero como funcionario en San Miguel de los Reyes y el segundo llegando a ser, años después , presidente de la Diputación de Valencia.
El club nace en marzo de 1931
En Ontinyent, aunque no hay un equipo representativo, queda el estadio y una afición que sigue vibrando con el fútbol local donde existe una fuerte rivalidad entre el Ideal y el CD, que cuentan con sus propios seguidores y que viven intensamente sus particulares derbis. Con todo, existe la nostalgia por tener un equipo que represente a todo un pueblo. Y ese anhelo la recogida en 1931 el que en ese momento es el secretario del Ayuntamiento, Ángel Pérez, un hombre que logra fusionar los dos grandes equipos locales, el Ideal y el CD, en sólo uno, el Onteniente Football Club que ve la luz en el mes de marzo. El día 30, concretamente, era inscrito oficialmente en el Registro de Asociaciones del Gobierno Civil de Valencia. Previamente, el 19 de enero,
De esta forma nace la actual club, para que a partir de ese momento comienza a escribirse la historia de un equipo federado, que aparecerá y desaparecerá en diferentes ocasiones por motivos económicos o por la Guerra Civil pero que mantiene una unidad histórica con la actual entidad. Un solo equipo para una única afición. Un conjunto, que según decían sus estatutos de aquel primer año de la República jugará a partir de ese momento "con pantalón corto negro y maillot blanco, llevando en el lado izquierdo del pecho, el escudo de la sociedad", y que tenía el lugar de reunión en los locales de la Sociedad de Festeros.
Aquel Onteniente FC consigue importantes éxitos deportivos. En sólo dos temporadas llega a la 1ª Categoría de la Región y puede así enfrentarse a equipos tan potentes como el Valencia, el Castellón y el Levante. Incluso disputa partidos amistosos contra el Madrid FC (el actual Real) en un segundo día de Navidad, el 26 de diciembre de 1932 o el Valladolid Deportivo un lunes 24 de abril de 1933. Aquellos partidos fueron memorables y tenían muy poco de entrenamiento y mucho batallas a vida o muerte, porque se jugaba, por encima de todo, el prestigio deportivo.
Años de desaparición y resurgimiento
Como casi todo el país, la Guerra Civil española rompe por la mitad esta historia de fútbol y se lleva por delante algunos de sus protagonistas. Pero el pueblo quiere olvidar sus penurias, terminado el conflicto bélico, y una de las mejores formas es volver al Clariano y rehacer de nuevo un equipo que, como siempre, se alimenta de las formaciones que en aquel momento disputan el campeonato local. Pero también comienzan a llegar destacados jugadores de fuera como el alcoyano Panseca que pasa por ser una de las grandes figuras del fútbol en la Mariola. La difícil posguerra hace muy difícil que el Onteniente Football Club se pueda mantener económicamente y crecer como entidad a pesar de la gran proyección que estaba logrando como equipo. Primero se debe prescindir de todos los jugadores forasteros y luego en 1944, delante de todos los impedimentos,
Pero la tenacidad de algunos apasionados del fútbol puede mucho más que los obstáculos. Y Rafael Mollà Albert se pone al frente de un nuevo intento en el mes de julio de 1947. La Onteniente Football Club había dejado importantes deudas en la Federación Valenciana y este organismo impide que se utilice el mismo nombre para el club que quiere volver a participar en los campeonatos regionales, así es que el nuevo proyecto será bautizado como la Peña Deportiva Ideal, haciendo honor al bar Ideal de la Plaza del Ayuntamiento donde se reunían estos entusiastas después de que se negaron el derecho en la sede de la Falange . A pesar del nuevo nombre, se juega con el mismo escudo y los mismos colores, blanco y negro, que el Onteniente Football Club.
Nuevo estadio y recuperación del nombre
Se abandona el viejo campo de La Farinera y un nuevo estadio municipal El Clariano inaugura en la carretera de Albaida el 10 de enero de 1951 con la visita del Valencia CF y de la máxima autoridad estatal del deporte, el general Moscardó.
Institucionalmente se inicia una nueva etapa, con la presidencia de Vicente Simón. La Federación cancel.la las deudas pendientes y el club consigue una de sus aspiraciones al recuperar el nombre de la ciudad. Con todo hay un pequeño cambio y se adopta como denominación la de Onteniente CF El equipaje, además, también sufre variaciones en esta época y pasa a ser completamente blanco, camiseta y pantalón.
En 1955, después de una trayectoria deportiva de superaciones sucesivas, el equipo llega a la Tercera División. Desde ese momento ya nunca más volverá a bajar a las categorías regionales.
Ascensos a 2ª División. La época dorada
Pero el gran momento de la historia de nuestro equipo se vive el 10 de junio de 1963. Después de quedar campeones de Tercera División y superar el Eibar en la primera eliminatoria de la promoción debía superar el último obstáculo del Hispania de Almería. El primer partido se pierde 2-1 en tierras andaluzas y el segundo se gana 1-0 al Clariano. No vale el gol-average y todo se debe jugar en un decisivo desempate en la Condomina de Murcia. Y Ontinyent protagoniza la que, sin dudas, ha sido la movilización más grande de su historia deportiva. En una de sus jornadas más memorables del siglo XX, 3.500 seguidores se desplazan en 50 autobuses, 200 coches y más de 100 motos en la capital murciana. El partido es de infarto, con igualdad máxima en el marcador y se llega a la prórroga. Corre el minuto 105 y ya prácticamente no quedan fuerzas cuando Bisbal se va hacia arriba y acierta a rematar un balón al fondo de la malla. Un gol que valió el primer ascenso a Segunda División.
Moreno, Soriano, Canet, Úbeda, Bolinches, Bisbal, Miguel, Llátzer, Carbonell, Enguídanos, Beneyto, Gandia, Miguel, Molina y Richart dirigidos por Manolo Alepuz escriben una página épica y la ciudad s'asoma a darles la bienvenida cuando vuelven de madrugada como auténticos héroes. Tracas, castillos de fuegos artificiales, banda de música y todos ofrecerle tan grande victoria a la Purísima.
Luego, en la temporada 1967-68 de nuevo se supera una fase de promoción eliminando primero al Cacereño y en la ronda decisiva, el equipo se impone a la Cultural Leonesa. En apenas cinco años, dos gestas deportivas memorables. Ontinyent vivo, con los dos ascensos, cinco temporadas en la Segunda División. La ciudad aparece en los mapas y en las quinielas y es reconocida en toda España por el textil y por su equipo de fútbol.
Por Clariano pasan los equipos más importantes de aquel momento: El Mallorca, Sevilla, Valladolid, el Oviedo, el Celta, el Deportivo de la Coruña, el Betis, el Espanyol. Algunos de ellos se rinden ante la sangre y la fuerza de un club y de una afición completamente fusionados. Es, sin duda, la época más álgida del fútbol en una ciudad que tenía 20.000 habitantes, de los cuales 2.400 eran socios del club del Clariano
Una larga etapa de transición
La década de los 70 y los 80 marca una lenta transición después de los gloriosos episodios anteriores. Se crea la Segunda B en la que milita el equipo unos años hasta que definitivamente se devuelve a la Tercera con todos los rivales que siempre han estado más ligados a la historia de las primeras décadas y reviviendo todo los derbys contra el Alcoyano. Desde principios de la década de los 90 se pueden jugar partidos por la noche gracias a la nueva iluminación que se inaugura, como en todas las grandes ocasiones, con la presencia del Valencia CF
En la temporada 1993-94 se vuelve a jugar una liguilla de ascenso, esta vez para llegar a la Segunda B. Vuelve el juego vistoso y alegre de la mano del entrenador Juan Moreno y de un puñado de buenos jugadores como Aliño , Bataller, Víctor Hernani o Fede Marín, entre otros. Vuelve a la gente a llenar el Clariano y tras quedar segundos en la fase regular, llega al momento decisivo de la promoción. El último partido de la liguilla se juega en el campo de El Rubia de Águilas y contra todo pronóstico el Ontinyent gana los anfitriones con un gol de Juanma y consigue su meta, el retorno a la categoría de bronce.
En 1995, con la presidencia de Rafael Muñoz, los socios, democráticamente, deciden que el nombre del club debe estar de acuerdo al de la ciudad y por eso se normaliza su denominación que a partir de ese momento será la de Ontinyent CF sin que ello signifique alteración con la unidad de la historia de la entidad iniciada desde 1931.
Tres años más tarde, en la temporada 1996-97, se repetirá un episodio de ascenso. Tras quedar segundos en la liga de Tercera, por detrás del Alcoyano se vuelve a jugar una promoción y el equipo comandado por José Carlos Granero como entrenador y de la mano de jugadores como Emilio Fenoll sube de nuevo a Segunda B tras de ganar en las Islas Baleares el Constancia de Inca.
El Ontinyent vuelve a ser de bronce
Desde el año 2000 el Ontinyent CF ha vivido un nuevo periplo por la Tercera. En todo este tiempo el club ha luchado por mantener su identidad en los años adversos en que no acompañaban los resultados. La poca fortuna deportiva se compensa con una fuerte incidencia social para recuperar los vínculos entre el club y la ciudad. El 27 de julio de 2002 la asamblea de socios decide aprobar la restitución de los colores originales que el club ya llevaba en el momento de su fundación en 1931, es decir la camiseta blanca y el pantalón negro.
Fruto del trabajo para consolidar la entidad, en el mes de noviembre de 2004 se estrena por primera vez el himno oficial del club, 'El grito del Clariano', con música compuesta por Saúl Gómez y letra escrita por Santiago Sanchis. Se recopilan, además, canciones que se han escuchado a lo largo de las décadas y que hacen referencia al equipo y sus rivalidades históricas.
La temporada 2006-2007, bajo la presidencia de José Vicente Garcia del Ayuntamiento de Ontinyent, propietario del estadio municipal acomete la mayor reforma de las últimas décadas y se instala el césped artificial.
En esa misma temporada llega Antonio Aparicio en el banquillo, el entrenador que será clave en el retorno a la Segunda B y que estará al frente del mando técnico durante cinco temporadas brillantes. El 24 de junio de 2007 con jugadores como Montava, Luís López, Israel, Galindo, Noel, Inarejos, Mario, Raul Rodríguez, César Soriano o Fuentes, entre otros, se consigue en el último partido y de manera agónica la ansiado ascenso. Es el campo de Los Pajaritos de Soria, frente al Numancia B. El Ontinyent había ganado en la ida por 1-0. El desenlace final lleva cerca de 400 aficionados hasta la ribera del Duero, en el Campo de Los Pajaritos para vivir el último gran momento épico de esta historia. A un minuto del final, el gol de Galindo evita la prórroga, empata el partido y coloca al Ontinyent CF de nuevo a Segunda B.
Previamente se había superado la primera eliminatoria contra el filial del Zaragoza.
Acariciando la Segunda División A
La etapa más reciente del Ontinyent CF ha estado marcada por una trayectoria ascendente en la Segunda B que culmina la temporada 2009-2010 con el play-off para el ascenso a la División de Plata.
El Ontinyent elimina de manera brillante el Guadalajara y el Eibar y se planta en la ronda final frente al Alcorcón. Al Clariano el resultado final termina con 1-1. A la vuelta, cerca de 1.000 aficionados acompañan al equipo que, contra todo pronóstico, gana al descanso por 0-2. Pero una actuación nefasta del árbitro Fernando López-Acera permite al Alcorcón remontar en el último minuto del partido. Un robo que impide al Ontinyent subir a la Segunda División.
Desde entonces, con la presidencia de José Antonio Alberto Requena, el club entra en una deriva que concluye con una situación dramática en el aspecto económico y con la creación de la actual junta gestora que preside Luis Ortiz y que trata de relanzar el club desde los ámbitos deportivo, económico y social.
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