Un grupo de entusiastas del fútbol del barrio de la Torre, allá por el año 1929, se reunió en un local de la calle Santo Tomás y tomó la decisión de crear un club de fútbol. Después de varios debates de cómo deberían llamarle al nuevo club, se llegó a la determinación de que debería llevar el nombre del barrio en el que nació la idea.
Así se gestó el Club Torre, seña de identidad durante muchos años de la popular barriada de la Torre, paso obligado para visitar el monumento más antiguo del mundo, todavía en funcionamiento, la Torre de Hércules.
El club deambuló durante varios años por diferentes locales sociales, todos ubicados en bares de la zona. De la calle Santo Tomás a la de San Pedro, luego a la calle de la Torre. Se fusiona con el Centro Cultural Hércules y es a partir de ahí cuando asienta sus reales en la zona de la calle Hércules.
Comenzó su singladura en competiciones deportivas en la temporada 1942-43. El primer ascenso lo consigue en la temporada siguiente, tras una promoción disputada al Liceo de Monelos. En la temporada 1945-46 se proclama campeón, quedando netamente destacado sobre su más directo perseguidor, con ocho puntos de diferencia, el Club Silva.
En la temporada 1946-47 juega en la serie 'A' Regional, en la que formaban además del Torre el Noya, Arenal de Santiago, Bergantiños, Marino de Mera y Hércules de San Pedro. El equipo 'torrero' alanza el cenit de su historia al quedar campeón de la Zona Norte de Aficionados. Después juega la final a doble partido con el campeón de la Zona Sur, el Turista de Vigo, frente al que una desacertada decisión arbitral lo privó de ser el campeón y ascender a Tercera Divísión.
En la actualidad el presidente es Antonio Dubra, un hombre amante del deporte que un día tomó la decisión de tomar las riendas de la entidad cuando hace cuatro años estaba al borde de la desaparición. Hoy tiene su sede social en la Cafetería Internacional, en la calle Rubine, aunque el club jamás ha dejado de pertenecer al barrio de la Torre, prueba de ello es que la actual directiva está trabajando para crear la nueva sede social en este barrio en el que nació el club.
La nueva etapa del Torre está marcada por metas ambiciosas e ilusionantes, que pasan por llevar al club a los niveles de competición y organización más elevados posible. Para ello el actual presidente cuenta con el apoyo de una amplia plantilla de técnicos que han puesto en marcha ya una escuela deportiva en la que tienen cabida los niños a partir de los seis años de edad. El trabajo a favor de los niños y los jóvenes es algo que marca el esfuerzo de Antonio Dubra y sus directivos, con el fin de fomentar el deporte y abrirles nuevos caminos lejos de la calle.
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