En agosto de 1904 se fundó en San Sebastián el San Sebastián Recreation Club, un club polideportivo que incluía entre sus múltiples secciones deportivas, una dedicada al foot-ball. Este fue el primer club de fútbol formalmente establecido en la ciudad y también el primer club guipuzcoano que participó en un campeonato nacional, al presentarse a la Copa del Rey de Fútbol 1905. Aquel equipo jugaba con unas llamativas camisetas de rayas amarillas y verdes, que un siglo más tarde recuperaría la Real Sociedad como segundo uniforme en homenaje a su directo antecesor durante las temporadas 2007-08 y 2008-09. Este club fue el que inauguró en 1906 el Campo de Fútbol de Ondarreta, primer campo de fútbol que tuvo la ciudad.
Sin embargo, la sección de fútbol del Recreation Club tuvo una vida corta. Por disensiones internas, hacia finales de 1907 o comienzos de 1908, los integrantes de la sección de fútbol del club deciden separarse y formar un club independiente. Es así como nace el San Sebastián Foot-Ball Club, segundo hito de esta historia. El San Sebastián FC fue el primero que adoptó los colores azul y blanco representativos de la bandera de la ciudad para su uniforme, aunque por aquel entonces la camiseta era totalmente blanca con las iniciales SS bordadas en azul y el pantalón azul, diferente de la actual camiseta realista. Sin embargo este club no podía participar en la Copa del Rey de Fútbol, ya que los estatutos de esta competición exigían que los participantes debían estar legalmente inscritos en el registro civil con un año de antigüedad, requisito que el San Sebastián FC no cumplía. Para regatear este requisito legal el San Sebastián FC se apoyó en un club ciclista que existía en la ciudad y que estaba legalmente inscrito desde febrero de 1907, el Club Ciclista de San Sebastián, bajo cuyo paraguas se presentaron a la Copa del Rey de Fútbol 1909.
Insignia del Club Ciclista de San Sebastián
Los jugadores de Club Ciclista reciben la Copa de 1909
El Club Ciclista tuvo una brillante actuación en el torneo de Copa, eliminó en una ronda preliminar al Athletic Club por 4:2, en semifinales al Galicia FC por 2:0 y se impuso en la final al Club Español de Madrid por 3:1, el 8 de abril. Aquel equipo estaba formado por Pedro Bea; Alfonso Sena, Manuel Arocena; Domingo Arrillaga, Bonifacio Echeverría, José Rodríguez; Miguel Sena, Mariano Lacort, C.F. Simmons, G. McGuinness y J. Biribén.
Este éxito impulsó a aquellos jugadores a constituirse definitivamente en una entidad legalmente establecida e independiente del Club Ciclista. Así unos meses más tarde, el 7 de septiembre de 1909 se constituía legalmente la Sociedad de Foot-Ball de San Sebastián bajo la presidencia de Adolfo Sáenz-Alonso. Cinco meses más tarde, el 11 de febrero de 1910, el rey Alfonso XIII, que era un veraneante habitual de la ciudad, le concedió el título de Real al club recién nacido, que a partir de entonces pasó a ser conocida como la Real o la Real Sociedad.
Equipo de la Real Sociedad en el campo de Ondarreta (1910).
De cara a la edición de la Copa de 1910 el Club Ciclista (Real Sociedad) trató de hacer valer su condición de campeón vigente del torneo para organizarlo en San Sebastián, reclamación a la que se opusieron la mayor parte de los clubes que formaban la Federación Española de Clubes de Fútbol. Por ello se declaró en rebeldía y apoyado por otros clubes importantes (Madrid FC y Athletic Club) organizó un torneo paralelo en el Campo de Ondarreta en San Sebastián, torneo que años más tarde sería reconocido por la RFEF e incluido en el palmarés de la Copa. En aquel torneo no participó el Club Ciclista ni la Real Sociedad (no tenía el año de antigüedad que requerían los estatutos), sino el Vasconia Sporting Club, que era otro club deportivo donostiarra que se había prestado a dejar su licencia esta vez. De hecho la prensa de la época consideraba a Club Ciclista, Real Sociedad y Vasconia como tres caras de la misma institución.1 El Athletic Club venció al Vasconia en el partido decisivo del torneo triangular por 1:0 haciéndose con el torneo. Por los donostiarras jugaron aquel partido decisivo el 20 de marzo, Pedro Bea; Poto, Alfonso Sena, José Ángel Berraondo, Bonifacio Echeverria, Goitisolo, Leturia, C.F. Simmons, G. McGuinness, Mariano Lacort y Sauress.
Solo 6 días después jugó la Real Sociedad su primer partido como tal. Fue el 26 de marzo de 1910, un amistoso en el campo de Ondarreta frente al conjunto inglés London Nodmans. El primer once oficial de la historia de la Real lo formaron Pedro Bea; Domingo Arrillaga, Pérez; Airreveche, Bonifacio Echeverría, Irureta; Saura, Goitisolo, McGuinness, Simmons y Prat.
Así es como la Real Sociedad nace con un título y un subcampeonato de Copa del Rey en su palmarés, aunque ninguno de los dos hubieran sido bajo su auténtico nombre.
Atocha, el Campeonato Norte y la rivalidad con Athletic (1910-1918)
Equipo de la Real Sociedad en noviembre de 1912
Los primeros años de la década son de inestabilidad en el fútbol español, con varios cismas federativos y escándalos en la Copa del Rey. La Real, que ya había encabezado el cisma de 1910, vuelve a participar en el de 1913, disputando la final de la Copa de la UEC al FC Barcelona. En 1913 se crea la RFEF, nacen las federaciones regionales, con sus respectivos campeonatos regionales, que se establecen como fase clasificatoria previa para el Campeonato de España. La Real Sociedad estrena en 1913 un nuevo campo de fútbol: Atocha y disputa durante esos años el Campeonato del Norte con otros equipos vascos. Aunque la Real, por varios motivos, no logra clasificarse para ningún campeonato de España, se consolida como uno de los cuatro grandes del fútbol vasco y nace una fuerte rivalidad con los otros tres, especialmente con el Real Unión y Athletic Club.
En 1911 se puso fin al cisma de 1910 del fútbol español con una solución de compromiso y se disputó un Campeonato de Copa unificado. La sede de la competición fue el campo de Jolaseta de Guecho (Vizcaya), donde tenía sede el Athletic Club, ganador de la edición del campeonato cismático del año anterior. Así se atendió por fin, por parte de la federación, la reclamación histórica de los equipos vascos de no celebrar el campeonato siempre en Madrid, sino en casa del vigente campeón. La Real Sociedad disputó una eliminatoria antes del torneo con el Racing Club de Irún para determinar cual de los dos equipos representaría a Guipúzcoa en el torneo. Una victoria a domicilio en Irún (2:4) permitió a los realistas clasificarse para el torneo de Copa. Sin embargo, el campeonato de la reconciliación, no estuvo exento de polémica. La Real Sociedad impugnó el resultado del primer partido del torneo, una ronda previa en la que el Athletic había eliminado al Fortuna de Vigo. La Real Sociedad consideraba que dos de los tres jugadores ingleses en la alineación del Athletic (Sloop y Martin) no cumplían el requerimiento federativo de llevar dos años residiendo en España. La denuncia no prosperó y varios equipos se plantaron en señal de protesta por ello. Entre ellos se encontraba la Real Sociedad, que se retiró sin jugar un solo partido del torneo a petición de los padres de los jugadores, dado el ambiente hostil que se había generado en Bilbao contra los realistas a causa de la denuncia. El Athletic, sin alinear en el resto de partidos a los dos ingleses causantes de la polémica, ganó aquel torneo de Copa, donde hubo además de este incidente otras cuantas polémicas. La Copa del Rey de 1911 fue el primer encontronazo importante que afectó a la rivalidad entre Athletic y Real, natural por otro lado al tratarse de los equipos representativos de las capitales de las dos provincias vascas más pobladas. Fue también según algunos la causa del inicio de la política del Athletic de contar únicamente con jugadores vascos.
En la siguiente edición, la de 1912, fue el Irún Sporting Club, el otro equipo irunés del momento, el que se enfrentó con la Real Sociedad, para determinar el representante guipuzcoano en el torneo. El Sporting había derrotado con anterioridad al Racing Club de Irún en la disputa por la supremacía local. Esta vez la Real no se pudo imponer al representante del fútbol irunés y tras dos empates, en el tercer y definitivo partido el Sporting se impuso 1:0 a la Real, dejándola fuera del torneo de Copa.
En 1913, el compromiso alcanzado dos años antes se había terminado, y nuevas discrepancias entre los clubes causaron la creación de dos torneos paralelos, uno organizado por la FECF en Madrid y otra por la cismática Unión Española de Clubs (UEC) de reciente creación, que se disputó en Barcelona. A la UEC se adhirieron como clubes más importantes el FC Barcelona y la Real Sociedad. Dado que entre los clubes adscritos a esta nueva federación se encontraba el Irún Sporting Club, la Real tuvo que disputar una eliminatoria previa con los iruneses para determinar el representante guipuzcoano. A cuatro partidos, la Real ganó 3 de ellos, empatando el restante, con lo que se desquitó de la eliminación del año anterior; y pudo acudir al torneo de Barcelona. Por la deserción de los otros clubes inscritos al torneo de la UEC, este quedó al final limitado a una eliminatoria entre FC Barcelona y Real Sociedad a doble partido. Los dos partidos acabaron con empate (2:2) y (0:0). El partido de desempate, celebrado el 23 de marzo de 1913 acabó con victoria culé por 2:1. La alineación realista de aquel partido la compusieron: Eizaguirre; Eguía, M. Arrate; Arruti, Machimbarrena, Leturia; Artola, A. Sena, Arrillaga, E. Rezola y Minondo. Respecto a los partidos anteriores los únicos cambios en las alineaciones era la presencia del defensa Eguía en lugar de Berraondo, y de Rodríguez en lugar de Rezola.
Campo de Fútbol de Atocha (1913-1993)
En 1913 se puso fin a las disputas de los años anteriores. Se fundó la actual Federación Española de Fútbol, como gesto de reconciliación se reconocieron en el palmarés de Copa los campeonatos cismáticos de 1910 y 1913, se crearon varias federaciones regionales, y se estableció que los campeonatos regionales que se disputasen servirían como fase clasificatoria del Campeonato de España, siendo el campeón de cada campeonato regional, el que acudiría al campeonato nacional (Copa del Rey). La Real queda encuadrada en el Campeonato Regional del Norte, que comparte con otros equipos vascos, navarros y cántabros. De cara a esta nueva etapa que implica, por primera vez, la celebración de una competición regular con varios partidos como local cada temporada, la Real se muda a un nuevo campo de fútbol. Es el nacimiento del histórico Campo de Fútbol de Atocha (Atotxa) situado en el barrio donostiarra de Eguía en el lugar donde estaba con anterioridad instalado un velódromo. El partido inaugural de Atocha se celebra el 5 de octubre de 1913 y enfrenta en un amistoso a la Real con el Athletic Club. El partido finalizó con empate a 3 goles, siendo el autor del primer gol del campo el histórico delantero rojiblanco Pichichi. La primera alineación realista en Atocha la compusieron Eizaguirre; M. Arrate, Berraondo; Machimbarrena, Casanova, Leturia, Minondo, Sydler, Echevarría, A. Sena y M. Elosegui.
El campeonato regional de 1913-14 arrancó unos pocos días más tarde, el 12 de octubre, con la presencia de 6 equipos (Athletic Club, Arenas de Getxo, Deportivo Bilbao, Sporting de Irún, Rácing de Irún y Real Sociedad. La Real arrancó bien el torneo con victorias en los 3 primeros encuentros y empate con el Athletic en el cuarto encuentro. Sin embargo en enero fue derrotada consecutivamente en casa por Arenas y Racing, poniendo fin a sus posibilidades de ganar el torneo, que finalmente se llevaría el Athletic Club. El encuentro que disputaron Racing y Real Sociedad en Atocha el 19 de enero puso claramente de manifiesto la gran rivalidad que mantenían ya los dos equipos guipuzcoanos. Durante el partido se produjo una bronca monumental por el juego extremadamente duro de los iruneses que llegaron a mandar a la enfermería al portero realista Eizaguirre dejando a la Real con diez jugadores y sin portero. El partido acabó en invasión del campo por parte de los enfurecidos aficionados realistas y suspensión del encuentro a falta de 20 minutos cuando ganaban los iruneses 2:5.2 Aunque el partido debería haberse repetido por el reglamento vigente y quedaba por disputarse la vuelta en Irún, la Real se negó a competir más con el Racing Club, hasta que este no se disculpara formalmente por su actitud; al negarse los iruneses a hacerlo elevó una protesta formal a la Federación Norte contra sus rivales. Al hacer caso omiso la federación a las quejas realistas, la Real optó por retirarse de la siguiente edición de la competición para no tener que jugar con el Racing y a modo de protesta; razón por la cual no disputó la edición del campeonato regional de 1914-15.3
La Real regresó al Campeonato del Norte en la edición de 1915-16, que componían 8 equipos. Los dos equipos iruneses se habían fusionado para entonces en un nuevo club más potente; el Real Unión, que heredó la rivalidad que mantenía la Real con Racing. El Deportivo Bilbao ya no estaba en el campeonato y aparecían nuevos clubes; Ariñ Sport de Bilbao, Jolastokieta de San Sebastián y Club Portugalete. Seguían Athletic Club, campeón de las 2 primeras ediciones y Arenas de Getxo. La Real compitió en este torneo a gran nivel. En casa solo cedió un empate frente al Arenas y a domicilio solamente perdió frente a Real Unión y Athletic, ganando el resto de partidos. Ello le permitió acabar el torneo en la cabeza de la clasificación empatado a puntos con el Athletic. El Athletic realmente había obtenido 2 puntos menos sobre el campo, pero la federación le dio ganador del partido contra el Jolastokieta que había perdido inicialmente, por alineación indebida de los donostiarras. Un partido debía determinar el campeón y por ende el equipo que se clasificaría para la Copa del Rey. La Federación del Norte eligió el Campo de Fútbol de Amute de Fuenterrabía, campo local del Real Unión, como lugar del encuentro. La Real se negó a ello debido a la gran hostilidad que le profesaba la afición irunesa alegando la posibilidad de que se pudieran producir altercados públicos. Por ello propuso la celebración del encuentro en un campo neutral fuera de Guipúzcoa y Vizcaya; o la celebración del encuentro a puerta cerrada. La Federación Española dio la razón a la Real y conminó a la Federación del Norte a que llevara a cabo estas medidas; mientras que el Gobernador Civil de Guipúzcoa prohibió la celebración del partido. En Bilbao la Federación del Norte no atendió ni a las reclamaciones realistas ni a las órdenes de la Federación Española; y dado que existía una prohibición gubernativa de celebrar el partido en Guipúzcoa, lo organizó en Vizcaya, proponiendo como alternativa el Campo de Jolaseta de Guecho, campo local del Arenas y antiguo campo local del Athletic. El día que estaba convocado el partido, la Real Sociedad no acudió, considerando que el lugar elegido no era un campo neutral y se dio como ganador del partido y campeón del torneo al Athletic Club, que así ganaba el torneo regional por tercer año consecutivo.4 Como castigo por su postura la Federación Norte expulsó a la Real Sociedad de su seno y durante la temporada 1916-17, la Real se quedó sin competir en competición oficial. Con posterioridad una amnistía de la Federación permitió a la Real Sociedad volver a afiliarse a la misma y disputar el Campeonato de Serie A.
Equipo de la Real Sociedad en Atotxa (1918).
La edición de 1917-18 la disputaron solo los 4 equipos grandes del fútbol vasco (Arenas, Athletic, Real Unión y Real Sociedad), que se enfrentaron en dos vueltas. La Real cuajó un pésimo campeonato, perdió todos sus partidos como visitante. En casa solo fue capaz de ganar un partido al Arenas y empatar uno con el Athletic. Sobre los partidos con el Real Unión las fuentes varían, ya que algunas indican que la Real empató también uno contra el Real Unión, mientras que otras indican que el Unión le ganó todos los partidos. En cualquier caso llegó la última jornada del torneo, el 17 de febrero, la Real que no se jugaba nada recibía como local a un Athletic (17 ptos.) que se disputaba el título con el Real Unión (16 ptos.). Los iruneses jugaban a su vez en Guecho. Con resultado 2:2 el partido de Atocha se suspendió por incidentes. La Federación sancionó a la Real Sociedad con la clausura de su campo entre otros castigos. La Federación Española acordó la repetición del partido en Atocha, pero el Athletic no se presentó. La Federación Norte no acató a su vez la resolución de la española y acordó la repetición del partido en Santander, a la que no se presentó la Real. Por todo ello y vistos los precedentes que afectaban a las relaciones entre clubes guipuzcoanos y vizcaínos, la Federación Española decidió dividir la Federación Norte en dos federaciones separadas, la Guipuzcoana y Vizcaína declarando campeón de las mismas a Real Unión y Athletic Club respectivamente. Ambos deberían eliminarse entre sí para determinar representante en el campeonato de España. El Athletic, disconforme con la decisión por considerar que ellos habían ganado el Campeonato del Norte, renunció y fue el Real Unión quien acudió al Campeonato de España 1918. El Real Unión obtuvo su primer título.
A partir de la temporada 1918-19 se disputó un Campeonato Regional de Guipúzcoa.5
La época del campeonato guipuzcoano: Real Sociedad vs Real Unión (1918-1928)
Artículo principal: Campeonato Regional de Guipúzcoa
La primera edición del Campeonato de Guipúzcoa (1918-19) la disputaron 4 equipos Izarra de Eibar, CD Esperanza, Real Unión y Real Sociedad. Esta vez sí pudo la Real ganar el torneo en un mano a mano con el Real Unión no exento de polémica. En el último y decisivo partido del torneo disputado en Atocha el 16 de marzo de 1919, cuando el partido iba 1:0 a favor de los donostiarras, los jugadores del Real Unión decidieron retirarse disconformes con la actuación arbitral. El Real Unión fue descalificado del torneo y la Real Sociedad se clasificó por primera vez para la Copa del Rey desde 1913. Sin embargo en la Copa del Rey de Fútbol 1919 la Real se emparejó con su bestia negra copera, el FC Barcelona que le eliminó con relativa facilidad.
Durante los siguientes años el Campeonato Guipuzcoano fue un mano a mano directo entre Real Sociedad y Real Unión, siendo el tercer equipo en liza del campeonato el Club Deportivo Esperanza de San Sebastián, aunque el nivel de estos se encontraba lejos del de los dos primeros. En ese mano a mano particular los iruneses se mostraron superiores a la Real durante las siguientes tres temporadas, cerrando el paso a los donostiarras al campeonato nacional. A pesar de estar alejado de la competición de Copa, la Real tenía durante esos años la consideración de ser uno de los equipos punteros del fútbol estatal. De hecho, cuando se confeccionó la lista final de convocados de la Selección Española para los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 se incluyeron cinco jugadores realistas: Agustín Eizaguirre, Mariano Arrate, Silverio Izaguirre, Juan Artola y Manuel Carrasco, siendo el club que más internacionales aportó a aquella selección.6 Arrate fue de hecho el capitán de la primera selección española de la historia, la que disputó aquellos Juegos Olímpicos y obtuvo la medalla de plata. Arrate jugó 4 partidos de aquel torneo y marcó un gol, Artola disputó 2 partidos y Silverio uno; mientras que Eizaguirre y Carrasco no llegaron a debutar.
No fue hasta la edición de 1922-23, cuando la Real Sociedad se impuso por fin al Real Unión en el Campeonato Regional, tras acabar la clasificación con los mismos puntos y vencerla en un desempate disputado en Bilbao. En la Copa del Rey de Fútbol 1923 la Real eliminó al Vigo Sporting y en semifinales quedó emparejada con un viejo conocido: el Athletic Club. Los leones, que acabaron consiguiendo el título aquel año, eliminaron a la Real tras empatar a 0 en Atocha y ganar 2:0 en el Estadio San Mamés.
El siguiente año 1923-24 el título volvió a manos del Real Unión. Como siempre el torneo se decidió en los enfrentamientos directos, mientras que los iruneses ganaron 4:2 en casa; en San Sebastián se produjo un empate. El Real Unión se proclamaría esa temporada campeona del torneo de Copa, adjudicándose el título en la final disputada en casa del eterno rival, en el Estadio de Atocha frente al Real Madrid.
La temporada 1924-25, la Real Sociedad se impuso a los iruneses, vigentes campeones de España. Esta vez en los enfrentamientos directos, la Real Sociedad ganó los dos encuentros en casa contra el Real Unión y arrancó un decisivo empate en uno de los dos encuentros de Irún. De esa forma, empatando en la última jornada a domicilio contra Osasuna la Real Sociedad se aseguró acabar con un punto por delante del Real Unión y meterse en el campeonato de España. En esta edición de la Copa del Rey de Fútbol 1925, se realizó una liguilla previa a las eliminatorias, que enfrentó al Campeón de Guipúzcoa, con el de Vizcaya y Cantabria. En una competición muy igualada, la clasificación se decidió en el partido del 29 de marzo que enfrentó en Jolaseta a Arenas Club de Guecho con la Real venciendo los primeros 3:1. En caso de empate la Real se hubiera asegurado al menos disputar un desempate con el Arenas por el primer lugar. No pudo ser y la Real cayó eliminada en la liguilla previa, frente al que más tarde acabaría siendo subcampeón del torneo.
A partir de la edición de la Copa del Rey de Fútbol 1926, la competición quedó abierta también a los equipos subcampeones de los campeonatos regionales. Dado que Real Unión y Real Sociedad mantenían una supremacía abrumadora en el campeonato guipuzcoano, esto les garantizó en la práctica participar a partir de esa edición todos los años en el campeonato nacional. El Real Unión le ganó a la Real el campeonato regional de 1925-26. En la Copa, la Real fue encuadrada en una liguilla previa con los segundos clasificados de Vizcaya (Arenas) y Cantabria (Gimnástica de Torrelavega). Aunque la Real se deshizo de sus rivales fácilmente por varias goleadas en esa liguilla, el posterior cruce de cuartos contra el campeón gallego, el Celta de Vigo, fue fallido para los donostiarras que cayeron eliminados.
La temporada 1926-27, fue la Real Sociedad la que ganó el campeonato regional imponiéndose al Real Unión. En la Copa del Rey de Fútbol 1927 le tocó en la liguilla previa medirse al Campeón de Vizcaya (Arenas) y al campeón de Aragón (Iberia SC). Arenas y Real empataron en la liguilla y tuvieron que disputar un partido de desempate en el Estadio Metropolitano de Madrid en el que el Arenas ganó 2:1. El Arenas acabó llegando a la final donde se enfrentó con el Real Unión, que había avanzado por el otro lado del cuadro. El Real Unión ganó su tercer y último título de Copa. En 1927 la Real hizo una gira por varios países europeos.
En la temporada 1927-28 la Real perdió el campeonato regional, pero en cambio logró, tras años fallando en el empeño, cuajar una gran campaña en la Copa del Rey de Fútbol. Con un ligero cambio en el formato, en la fase de grupos quedó emparejada con el otro equipo guipuzcoano Real Unión y los representantes catalanes (FC Barcelona y CE Europa) y aragoneses (Iberia SC y Patria Aragón). La Real y el Barcelona lograron superar esta fase como primero y segundo del grupo, con un punto de ventaja sobre el Real Unión, que quedó eliminado. Luego en la fase eliminatoria, la Real se deshizo del Celta de Vigo y del Valencia CF, volviendo a encontrarse con el FC Barcelona en la final. Aquella fue una de las finales más épicas de Copa que se recuerdan, la triple final de Santander contra el FC Barcelona. Fue una final tan igualada que requirió la disputa de tres partidos. El primer encuentro, jugado el 20 de mayo terminó con empate a 1 y tuvo como anécdota la famosa batalla poética entre Rafael Alberti y el txuriurdin Gabriel Celaya. Alberti, que estaba presenciando el partido, escribió "Oda a Platko" en honor de la memorable actuación del portero húngaro del Barcelona; Celaya le respondió con "Contraoda del poeta de la Real Sociedad", donde le respondía diciendo que más que a Franz Platko era al árbitro a quien tenía que dar las gracias el FC Barcelona. El mismo resultado se dio 5 días después en la repetición de la final. Luego la final se suspendió durante un mes ya que la selección española debía acudir a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928. El seleccionador español José Ángel Berraondo, exjugador y exentrenador de la Real llevó a Ámsterdam a media plantilla de la Real Sociedad, 9 jugadores; (Amadeo, Marculeta, Kiriki, Mariscal, Trino, Zaldúa, Paco Bienzobas, Cholín e Izaguirre. El FC Barcelona apenas aportó jugadores a aquella selección ya que sus jugadores eran ya profesionales, a diferencia de los de la Real, y tenían prohibida su participación en los Juegos Olímpicos. Tras la disputa de la Olimpiada, la final se reanudó el 29 de junio, y el FC Barcelona consiguió la victoria por 3:1. Aquel equipo realista que estuvo a punto de ganar la Copa de España estuvo formado por Izaguirre; Arrillaga, Zaldúa; Amadeo, Marculeta, Trino; Bienzobas, Mariscal, Cholín, Ilundáin y Yurrita. Kiriki que había jugado los primeros dos partidos se lesionó en la Olimpiada.
La Liga
Alineación del primer partido de la historia de Liga en Atotxa (1929).
Desde 1926 los clubes españoles buscaban organizar un sistema de Liga, como el que operaba en otros países, sin embargo no lograban ponerse de acuerdo entre sí. Existían 2 posturas enfrentadas, los "minimalistas" (que apoyaban un campeonato reducido a pocos clubes) y los "maximalistas" (que abogaban por un campeonato abierto a más clubes). Finalmente, ambas posturas lograron un consenso en una asamblea celebrada el 23 de noviembre de 1928 para la organización de un campeonato de Liga, y para ello se estableció un sistema basado en categorías/divisiones. En la Primera División, máxima categoría que constaría de 10 clubes, se acordó que jugarían los clubes que se habían proclamado hasta la fecha campeones de la Copa del Rey (Athletic Club, Real Madrid, FC Barcelona, Real Unión de Irún, Arenas de Guecho y Real Sociedad) más 3 finalistas (Atlético de Madrid, CE Europa y RCD Español). Para decidir la décima plaza, se organizó un torneo eliminatorio entre 8 clubes, el cual venció el Racing de Santander. El campeonato comenzó en febrero de 1929 para concluir en junio del mismo año. El debut de la Real en esta competición se produjo el 10 de febrero de 1929, jugando un histórico derbi vasco contra el Athletic Club en Atocha. El resultado fue de empate a 1. La primera alineación de la Real en Liga la formaron Izaguirre, Ilundain, Galdós, Amadeo, Marculeta, Trino, Kiriki, Mariscal, Cholín, Paco Bienzobas y Yurrita. Al final del torneo, la Real ocupó el cuarto lugar y uno de sus jugadores, Paco Bienzobas se convirtió en el máximo goleador de la Liga, con 17 goles. Aquel momento marcó el mejor puesto de la Real Sociedad en la Clasificación histórica de la Liga.
Alineación tipo de la Real Sociedad que quedó tercera en la Liga 1930-31. La foto está tomada antes del partido en el que la Real venció al Athletic (futuro campeón) por 1-0 en Atocha. De izquierda a derecha Garmendia, Paco Bienzobas, Ilundain, Marculeta, Cholín, Ayestarán, Amadeo, Custodio Bienzobas, Izaguirre, Arana y Mariscal
En la siguiente temporada, la 1929-30, las cosas fueron peor y la Real ocupó el séptimo lugar. Benito Díaz, que venía entrenando al equipo desde 1926, dejó temporalmente el mundo del fútbol al finalizar esa temporada ya que tuvo que emigrar a Francia por motivos laborales y la Real trajo el primer entrenador británico de su historia, el inglés Harry Lowe.
Harry Lowe llegó a San Sebastián a finales de 1930 poco antes de comenzar la Liga 1930-31. Mister Lowe estuvo 5 temporadas al frente de la Real Sociedad. Entrenó al equipo durante 5 temporadas y 161 partidos oficiales, convirtiéndose en uno de los entrenadores históricos de este club.
Bajo la dirección de Mr.Lowe la Real estuvo cerca de dar la campanada durante la temporada 1930-31, una de las campañas más igualadas de la historia de la Liga española y en la que el título estuvo "más barato" de obtener. El campeonato no comenzó bien para el equipo donostiarra. La Real empezó empatando frente al Alavés en Atotxa y luego sufrió una derrota en Bilbao, pero los blanquiazules encadenaron una racha de seis victorias consecutivas que les colocaron como líderes de la clasificación desde la 5ª a la 12.ª jornada. Entre las jornadas 12 y 15 la Real solo pudo obtener un punto en 4 partidos, pero no perdió sus opciones de optar al título hasta que una derrota en la penúltima jornada, ante el Madrid, le dejó a 2 puntos del Athletic y con una diferencia de goles virtualmente insalvable. Finalmente la Real obtuvo el tercer puesto, empatando a 22 puntos con Athletic de Bilbao y Racing de Santander, equipos que le precedieron en la clasificación final por tener mejor goal-average. Esta fue la primera vez que el título de Liga se decidió por goal-average y es la única ocasión hasta el momento en la que se ha producido un triple empate a puntos en la cabeza de la Primera División española. El tercer puesto obtenido por el equipo de Harry Lowe fue la mejor clasificación liguera de la Real Sociedad durante casi 50 años, hasta que fue superada por el subcampeonato de Liga en la temporada 1979/80.
Los años del Donostia FC durante la Segunda República (1931-1936)
Alineación de la Real Sociedad en el campo de Atotxa en 1932
Unos pocos días después de terminar la Liga 1930-31, el 14 de abril de 1931 se instauró en España la República. El nuevo régimen político establecido en el país prohibió cualquier tipo de simbología monárquica y ello obligó al club a modificar en sus estatutos su nombre y su escudo; eliminando el título de Real y la corona monárquica del escudo. La Real Sociedad pasó a llamarse temporalmente Sociedad de Fútbol de San Sebastián y bajo esa denominación disputó el torneo de Copa de 1931.7 Sin embargo, dado que el club siempre había sido conocido popularmente como "La Real" y no "La Sociedad", esta denominación no acabó de cuajar y en una asamblea celebrada el 30 de junio de 1931, ante la obligación de eliminar el nombre de Real, se prefirió cambiar radicalmente el nombre del club que pasó a denominarse Donostia Fútbol Club, tomando para ello el nombre en lengua vasca de la ciudad de San Sebastián.8
A partir de 1931 se inician unas temporadas de altibajos. Lowe siguió al mando de la dirección del Donostia manteniendo la mayor parte del bloque de la temporada 1930-31 al que se unió el fichaje de Tiburcio Beristain, portero del Alavés como novedad más destacable. Sin embargo en la temporada 1931-32 el ahora Donostia FC quedó antepenúltimo, solo por delante de Alavés y Real Unión, con 14 puntos y a 3 del descenso. Fue una temporada extraña, ya que a pesar de su pésima clasificación, esa temporada la Real Sociedad marcó más goles que el campeón. Al acabar el campeonato la junta directiva del club emitió un comunicado en el que alababa la labor del entrenador y culpaba de los malos resultados a los jugadores.
Lowe siguió al frente del equipo durante las siguientes campañas, obteniendo el equipo mejores resultados. El Donostia fue 6ª en la temporada 1932-33, aunque solo con 15 puntos (uno más que la temporada anterior) y también estuvo toda la temporada en la mitad baja de la tabla acabando a 3 puntos del descenso. La mejor noticia ese año fue que el club ganó el Campeonato Regional (Campeonato Mancomunado de Guipúzcoa, Navarra y Aragón), primer y único campeonato mancomunado que obtendría la Real en su palmarés.
El Donostia fue 5ª en la temporada 1933-34, a solo un punto del tercer clasificado. En la temporada 1933-34 la Real realizó una brillante primera vuelta acabando como líder y campeón de invierno con 5 victorias, 2 empates y solo 2 derrotas. Tras dos empates consecutivos, el Donostia perdió el liderato en la jornada 11 y una racha de tres derrotas consecutivas en las siguientes jornadas le dejaron definitivamente sin opción alguna a disputar el título. El Donostia finalizó la temporada en 5º lugar con 18 puntos tras solo ganar 6 puntos en la segunda vuelta.
Sin embargo la progresiva profesionalización del fútbol y el aumento de los sueldos de los jugadores fue poniendo las cosas cada vez más difíciles al Donostia FC que vio como durante esta etapa de su historia comenzó a pasar dificultades económicas. La competencia de clubes de ciudades más importantes y con mayor potencial económico hizo que el Donostia no pudiera reforzarse adecuadamente mientras la competitividad de la categoría iba en aumento. Así por ejemplo al acabar la temporada 1933-34 el Donostia perdió a una figura clave como el centrocampista Martín Marculeta, que fichó por el Athletic de Madrid y el delantero irunés Santiago Urtizberea, que había sido el máximo goleador en las dos campañas precedentes, renunció a seguir en el Donostia. El Donostia FC trajo a Manuel Olivares del Madrid FC como principal refuerzo. El jugador se había criado en San Sebastián y se había iniciado en el mundo del fútbol en la capital donostiarra.9
De cara a la temporada 1934-35 se realiza la primera ampliación de la categoría, que acogerá 12 equipos por primera vez. Por primera vez descenderá también el penúltimo clasificado y es precisamente este el puesto en el que acaba el Donostia FC al acabar la campaña, en 11º lugar. Es el primer descenso de la historia de la Real Sociedad (entonces Donostia FC). Como dato anecdótico esa temporada el entrenador Harry Lowe tuvo que alinearse a sí mismo en un partido en Valencia por baja de última hora por enfermedad de un jugador. Para ahorrar costes y al no estar permitidos cambios durante los partidos, el Donostia solo llevaba a los jugadores titulares en los desplazamientos lejanos como Valencia. Este hecho convierte a Harry Lowe, con 48 años de edad en aquel momento, en el jugador más veterano que jamás ha jugado en un partido de la Primera División española.
El fracaso deportivo provoca el cese de Harry Lowe al finalizar la temporada que es sustituido por Gaspar Gurruchaga como entrenador y también una crisis institucional, sustituyendo José María Gastaminza a Javier Peña como presidente del club.
La temporada 1935-36 el club toca fondo en su larga historia. Su primera temporada en Segunda División se salda con un rotundo fracaso. El Donostia FC acaba lejos de la lucha por el ascenso, sexto en el Grupo II de la Segunda División, a un punto de los puestos que teóricamente hubieran podido mandarlo directamente a Tercera División y a expensas de que una posible restructuración de la categoría para reducir el número de equipos pudiera hacer lo propio de forma indirecta. Sin embargo en julio de 1936 estalló la Guerra Civil y cualquier posible descenso de categoría quedó en suspenso, junto con las competiciones deportivas, durante tres años.
Los años de la Guerra Civil (1936-39)
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 trajo consigo la paralización de los campeonatos futbolísticos. La ciudad de San Sebastián se vio afectada por algunos combates en los primeros 2 meses de la guerra, aunque tras la caída de la ciudad en manos de los franquistas en septiembre de 1936, la ciudad quedó en la retaguardia durante los siguientes dos años y medio del conflicto. En julio de 1937, al año de iniciarse la guerra, tres antiguos directivos del Donostia FC, los señores Francisco Molins, José Merino y José María Lobato tomaron la iniciativa de recuperar la actividad del club deportivo y convocaron una junta general a la que tan solo acudió un socio. En esa coyuntura Molins decidió ocupar el puesto de presidente y comenzó la tarea de reconstruir el equipo partiendo prácticamente de cero. Se realizó una convocatoria en prensa para buscar jugadores a la que respondieron algunos veteranos del equipo de antes de la guerra, así como un buen número de jóvenes e incluso varios jugadores vascos del Athletic Club de Madrid, a los que el conflicto había atrapado en San Sebastián. La dirección de la nueva plantilla correspondió a dos antiguos jugadores, Argentino Peña y el histórico Martín Marculeta, que colgó las botas durante la guerra como jugador-entrenador del Donostia FC. Durante 1938 el club juega un torneo regional semi-oficial, el Torneo Brigadas de Navarra, que le enfrenta a otros equipos del País Vasco, Navarra y regiones limítrofes, en el que el todavía Donostia FC no obtuvo grandes resultados. Poco antes de finalizar la guerra, en los primeros meses de 1939, se jugó el Campeonato Regional de Guipúzcoa, ya con carácter oficial, en el que el Donostia FC fue subcampeón y obtuvo su clasificación para el Torneo Nacional de Fútbol, que organizaron las autoridades ganadoras del conflicto en los primeros meses de posguerra y donde el Donostia fue eliminado por el futuro subcampeón, Racing de Ferrol, en cuartos de final.
El equipo ascensor (1939-1949)
Acabada la guerra se intentó que la actividad futbolística volviera a la normalidad. Debido al estado del país después de la guerra y a la economía de muchos clubes, se planteó una temporada de transición en la Segunda División con un sistema de 5 grupos de 8 equipos cada uno agrupados por criterios de proximidad geográfica. Los equipos a participar en dicha categoría se eligieron de acuerdo a criterios políticos para dar representatividad a todas las ciudades importantes y regiones que no tuvieran ya equipos en Primera División. El Donostia FC fue encuadrado en uno de esos 5 grupos, junto con otros siete equipos vascos. Durante el transcurso de la temporada 1939-40 el club recuperó su denominación tradicional de Real Sociedad. El nuevo régimen político surgido de la guerra, a pesar de no tener como jefe de estado a un rey, se autoconsideraba oficialmente como "Reino", y por tanto permitía la utilización de simbología monárquica. Ello trajo como consecuencia que la gran mayoría de clubes que tuvieron con anterioridad a la instauración de la república el título de real, recuperaran su anterior denominación.
La Real de la primera temporada de la posguerra era una mezcla de algún veterano como el delantero Cholín, junto con jóvenes promesas como el guardameta Ignacio Eizaguirre, hijo del mítico Agustín, Balbino Aramburu, los hermanos Fernández Berridi, José María Marculeta hermano menor de Martín Marculeta, José María Querejeta, etc. Al frente del equipo como entrenador se encontraba Sebastián Silveti. Aquella temporada empezó bien para el equipo donostiarra que se impuso claramente en el grupo vasco de segunda división, pero en la definitiva liguilla de ascenso no pudo conseguir su objetivo de recuperar la máxima categoría.
Durante toda la década de 1940 las dificultades económicas fueron una constante y constituyeron un lastre para mejorar el rendimiento deportivo del equipo. El problema de fondo era la imposibilidad de competir con las ofertas que otros equipos hacían a los jugadores de mayor nivel lo que traía consigo la marcha de éstos y en consecuencia la pérdida de poder competitivo. Como ejemplo tras la campaña de 1939/40, la Real Sociedad perdió a sus dos mayores promesas, el portero Ignacio Eizaguirre y el delantero Epi, que fueron fichados por el Valencia CF. Estos dos futbolistas llegaron a ser internacionales. También se marchó Cholín al Granada CF al acabar aquella primera temporada.
Sin embargo y pese a las dificultades económicas, la temporada siguiente (1940/41) se consiguió volver a Primera división. La Real volvió a imponerse claramente en su grupo de Segunda división y en esta ocasión, pese a un comienzo discreto, consiguió la segunda plaza en la liguilla de ascenso, por detrás del Granada CF y superando a Deportivo de La Coruña y CD Castellón. De esta manera la Real recuperaba la categoría perdida, obteniendo por primera vez en su historia, un ascenso a la máxima categoría. La plantilla que consiguió aquel ascenso la formaban jugadores como Eguía; Querejeta, Izaga; F.Berridi, Patri, Simón; Pedrín, Bidegain, Terán, Azpiazu y Chipía. Además el equipo donostiarra tuvo también una destacada actuación en la, Copa del Generalísimo de fútbol 1941 en la que eliminó al Real Valladolid y al campeón de Liga, el Atlético Aviación, antes de caer eliminada frente al RCD Español en semifinales. Como dato anecdótico, aquella temporada 1940-41 se produjo la mayor goleada conseguida por la Real en partido oficial en su historia, al imponerse el 8 de enero de 1941 por 14:2 al Real Valladolid.
La fama de equipo ascensor comenzó a fraguarse en los años siguientes. Así en la temporada 1941-42 la Real no pudo mantener la categoría y concluyó el campeonato como farolillo rojo con solo 12 puntos en 26 partidos. El histórico centrocampista irunés Patxi Gamborena sustituyó a Silveti como entrenador a media campaña por los malos resultados del equipo, pero no fue capaz de enderezar el rumbo de la nave. A pesar de veteranos como Paco Bienzobas o el exjugador del Athletic Roberto Echevarría, aquel equipo era demasiado bisoño como para mantenerse en la categoría y acabó pagando su falta de experiencia. Además al acabar la temporada la Real pierde a José María Querejeta, que es fichado por el Real Madrid y a Chipía, traspasado al Sporting de Gijón. Como nota positiva cabe decir que aquella temporada debutó un joven Sebastián Ontoria, que con el paso de los años se convertiría en el jugador con más partidos en la historia del club. El fracaso en la vuelta a Primera causó una crisis institucional y la dimisión de Molins como presidente, siendo sustituido por Pedro Chillida, como nuevo mandatario blanquiazul.
La primera medida de Pedro Chillida como presidente fue la de llamar a un entrenador que era perfecto conocedor del club, Benito Díaz, que se encontraba en Francia entrenando al Girondins de Burdeos. Gracias al "Tío Benito" la parada del ascensor en la planta de segunda división fue breve y al año siguiente (temporada 1942-43) la Real Sociedad volvió a Primera División. En esta ocasión la Real se impuso en su grupo, y luego superó en la liguilla final a Real Valladolid, Sporting de Gijón, SD Ceuta y Jerez CF, logrando el ascenso directo junto con el CD Sabadell. El equipo-base que ascendió a Primera estaba formado por Sebitas, Tellería, Izaga, Santi, Patri, Urbieta, Terán, Bidegain, Unamuno II, Ontoria y Pedrín. Entre los jugadores debutantes esa temporada se encontraban el delantero Unamuno II y un prometedor portero, Eduardo Chillida, futuro escultor de fama internacional, que era hijo del presidente y que tuvo que retirarse esa misma temporada a raíz de una grave lesión.
Sin embargo las temporadas siguientes no son buenas para el club. Nuevamente en la temporada 1943-44 el equipo donostiarra perdió la categoría. El descenso no fue tan sonado como en la ocasión anterior, pero si igual de inapelable. Con 17 puntos en 26 partidos, la Real se quedó a una victoria de forzar la promoción, pero descendió como penúltimo clasificado. Esta temporada sobresalió la figura de Vicente Unamuno, que disputó 26 encuentros, entre Liga, Copa, anotando la cifra de 24 goles. En esta ocasión la estancia en Segunda División de iba a prolongar durante las tres temporadas siguientes.
La directiva siguió confiando en Benito Díaz y en la vuelta a segunda durante la temporada temporada 1944-45 la Real Sociedad se quedó muy cerca del ascenso, cuarta, a un punto de la promoción y dos del ascenso directo. Pedro Chillida fue sustituido en la presidencia por Felipe Arteche aquel año, pero Díaz siguió al mando del timón deportivo realista. El club se encontraba en aquellos años inmerso en una economía de guerra sin capacidad de realizar fichajes y traspasando jugadores para sobrevivir.
En la temporada 1945-46 la Real Sociedad ocupó la sexta plaza, aunque sólo a 2 puntos de la promoción. Finalmente el tan ansiado ascenso se producirá durante la temporada 1946-47. Benito Díaz realizó aquella temporada una revolución táctica en el fútbol español. El entrenador donostiarra comenzó durante esa temporada a utilizar una táctica futbolística, la "WM", inventada por el entrenador inglés Herbert Chapman durante los años 1920 en el Arsenal FC, pero que nadie había utilizado hasta entonces en el fútbol español. Básicamente la táctica consistía en jugar con tres defensas, dos medios volantes, dos interiores y tres delanteros. Los cinco primeros formaban una especie de “W” y los restantes una “M”. La Real utilizó por primera vez esta táctica en la temporada 1946-47 durante su visita al campo del Ferrol, imponiéndose en aquel partido por 3:4. Aunque la táctica de Díaz fue tachada por sus detractores como ultra-conservadora (según los cánones de la época), ganándose el despectivo mote de "el autobús de Benito Díaz",10 pronto fue adoptada por otros muchos equipos debido a su eficacia. Aquella temporada tras unos comienzos dubitativos la Real permaneció durante casi toda la temporada en la tercera plaza que daba derecho a jugar la promoción de ascenso. Sin embargo en las últimas jornadas la Real se vio relegada a la cuarta posición que la dejaba de nuevo en segunda pero dos victorias consecutivas, frente al Real Betis en Sevilla y frente al RCD Mallorca en casa la devolvieron al tercer puesto. La promoción enfrentó a Real Sociedad y Real Murcia en el Estadio Metropolitano de Madrid. La Real se impuso por 2:0 con goles de Castivia y Campos logrando de esta manera el ascenso. El once txuri-urdin estaba formado por Galarraga, Echániz, Patri, J.M.Marculeta, Ontoria, Urra, Pérez, Campos, Vázquez, Hériz y Castivia.
La temporada 1947-48 trajo un nuevo descenso ya que la Real terminó la Liga en penúltima posición. Paradójicamente el papel en la Copa de 1948 fue muy bueno. La Real eliminó a At. Zaragoza, CD Sabadell, Gimnástic de Tarragona y Valencia CF antes de caer frente al Sevilla CF en semifinales. Es preciso señalar que la eliminatoria contra el Valencia dejó graves secuelas ya que varios jugadores contrajeron fiebres de Malta lo que supuso para algunos una baja prolongada y en algún caso la retirada del fútbol.
Durante la temporada 1948-49 se produjo por fin un hecho que a la larga trajo estabilidad al club. Las sucesivas directivas se habían esforzado en paliar el problema de la falta de ingresos del club, pero no lo lograron hasta que aquel año se acometieron por fin obras de remodelación del Estadio de Atocha. Al aumentar la capacidad del estadio, el club pudo aumentar el número de socios y consiguientemente los ingresos, con lo que pudo alcanzar cierta estabilidad económica. La temporada comenzó de manera atípica ya que las obras de remodelación del estadio hicieron que la Real comenzará la campaña con tres partidos consecutivos como visitante. Los tres partidos acabaron en derrota y los augurios eran negativos pero la Real se rehízo y entabló a lo largo del campeonato una dura pugna con CD Málaga y Granada CF. Los tres conjuntos llegaron empatados a la última jornada con la Real en primera posición gracias a la diferencia de goles entre ellos. La victoria donostiarra en su visita al Mestalla permitió mantener el liderato y ascender de nuevo a primera. El ascensor volvió así al piso superior. También logró por primera vez el título de Segunda División, algo que se le había escapado en los anteriores ascensos.
Años de estabilidad en Primera División (1949-1962)
A partir del ascenso de 1949 la Real Sociedad entró en un nuevo periodo de su historia. En los años 1950 la Real dejó de ser el equipo ascensor para vivir durante algo más de una década de forma estable en Primera división. Gracias a los ingresos extra que obtuvo el club por la ampliación de su estadio en 1948 pudo trazar un plan para consolidar al equipo en la máxima categoría del fútbol español. La directiva de Felipe de Arteche inició una operación retorno consistente en repatriar a jugadores vascos de nivel que militaban en equipos de otras regiones. Dentro de esa política la Real se reforzó de cara a la temporada 1949-50 a conciencia. Su refuerzo estrella fue el delantero internacional Epi del Valencia CF, que regresaba de esa manera 10 años después a su club de origen. También fichó a Carlos Basabe, un delantero bilbaíno que jugaba en el Atlético Madrid y al defensa elgoibarrés Ricardo Suárez que jugaba en el Racing de Santander en Segunda. También fichó la Real al centrocampista catalán Salvador Artigas un ex aviador republicano exiliado en Francia tras la guerra y con una larga trayectoria como futbolista en ese país. Debutó esa temporada, aunque jugó todavía poco, un prometedor delantero procedente del Baracaldo, José Luis Pérez Payá, que destacaría en los años venideros. La Real Sociedad ocupó un cómodo octavo lugar en aquel año, consiguiendo por primera vez en más de 15 años la permanencia en Primera División.
De cara a la temporada siguiente, la 1950-51 la Real se reforzó con otros tres fichaje de relumbrón. Llegaron al club dos internacionales procedentes del Valencia CF, que habían sido ese verano de 1950 cuartos con la selección española en el Mundial de Brasil de 1950. Se trataba del delantero Silvestre Igoa y del portero Ignacio Eizaguirre. Ambos eran donostiarras, por lo que regresaban a casa y dieron muchas tardes de gloria al conjunto donostiarra durante esa década. También se fichó a Sabino Barinaga, un vizcaíno que había jugado durante la década anterior en el Real Madrid y que llegaba con la carta de libertad. Aquella temporada la Real cuajó su mejor campaña liguera desde el tercer puesto de 1930-31. Durante toda la temporada ocupó los puestos altos de la tabla, acabando al final en el quinto lugar. El quinto puesto tuvo como aliciente extra, que por primera vez la Real Sociedad conseguía acabar en Liga por delante de su rival histórico, el Athletic Club, que solo pudo ser séptimo. Para redondear aquella campaña histórica la Real Sociedad volvió 23 años más tarde a disputar una final de la Copa. Los realistas, dirigidos por Benito Díaz, brillaron especialmente en la Copa. Tras eliminar a Celta y Racing de Santander los donostiarras se enfrentaron en semifinales al Real Madrid. El partido de ida en Atocha acabó en victoria de la Real 1:0. En el partido de vuelta los realistas volvieron a imponerse ganando por 0:2 con tantos de Barinaga y Caeiro. Su rival en la final fue por tercera vez el FC Barcelona. Sin embargo la revancha de la final de 1928 no fue posible. Aquel Barcelona contaba con grandes jugadores como Ladislao Kubala, Antonio Ramallets o César Rodríguez y se impuso a la Real con facilidad por 3:0 en Madrid. Aquel fue el primer título del denominado Barça de las Cinco Copas que lo ganó todo durante los siguientes años. Mal rival.
Alineación de la Real en 1952
Al acabar aquella temporada Benito Díaz decidió dejar su labor como entrenador y la Real buscó como sustituto a José Ignacio Urbieta, que había sido jugador del club unos años antes. Tras la brillante temporada 1950-51, los siguientes años pasaron sin pena ni gloria, el equipo fue 10.ª en la temporada 1951-52, puesto que se repitió en la 1952-53 y 9ª en la 1953-54. Tras esos tres años discretos, la temporada 1954-55 la Real se quedó en 14º lugar y se vio obligada a jugar la promoción para mantener la categoría. Sus rivales fueron el Atlético Tetuán, RCD Español, Real Oviedo, Real Zaragoza y Granada CF. Tras disputar una liguilla, donostiarras y catalanes fueron quienes consiguieron mantener la categoría. El susto de esa campaña fuerza un cambio en la dirección deportiva. Urbieta, tras 4 años al frente del equipo, cede el testigo a Salvador Artigas
Durante 5 temporadas Artigas dirigirá al equipo (1955-1960). Durante esas temporadas la Real deambulará sin pena ni gloria por la parte media-baja de la tabla.
Es en estos años cuando la Real Sociedad toma una decisión de carácter estratégico como es la decidida apuesta por fomentar su propia cantera, frente a la política de fichajes foráneos que prolifera durante esos años, con los numerosos oriundos y nacionalizados procedentes de Sudamérica que llegan al fútbol español. En la temporada 1954-55 el equipo juvenil de la Real se proclamó Campeón de España derrotando en la final al Sevilla. Se decidió dar continuidad a aquella brillante generación, que todavía era muy joven para saltar a la primera plantilla, creando un equipo de regional. En 1957 el equipo de regional de la Real asciende a Tercera División. Como reglamentariamente no podían jugar en categoría nacional dos equipos con la misma denominación, se crea entonces un club filial de la Real, el San Sebastián CF, conocido popularmente como Sanse. El objetivo fundamental del Sanse ha sido ser el vivero de donde se nutre fundamentalmente la Real Sociedad y un simple vistazo a la lista de jugadores que han llegado a la Real pasando por el Sanse permite concluir que ha desarrollado brillantemente este papel.
Los años 60 no comenzaron muy bien para la Real. Ya en la temporada 1959-60, la última con Artigas al frente, los donostiarras se vieron obligados a jugar la promoción para mantener la categoría. La Real no comenzó mal la temporada pero una racha de siete derrotas consecutivas le llevó a los puestos comprometidos de donde ya no pudo salir. La Real concluyó la Liga en decimocuarta posición y se vio obligada a disputar la promoción contra el Córdoba CF. Los realistas, con un nuevo entrenador al frente del equipo, Joseba Elizondo, derrotaron a los andaluces en Atocha, pero los cordobeses hicieron lo propio en la vuelta. El desempate se jugó en Madrid y los donostiarras salvaron la categoría al imponerse 1:0.
La temporada siguiente (1960-61) el entrenador Baltasar Albéniz pareció devolver la tranquilidad a la Real que no pasó ningún apuro clasificatorio. Además se produjo una gran alegría, ya que el Sanse debutó en Segunda División,
Sin embargo la temporada 1961-62 fue un desastre para la afición realista. Un club, que a pesar de algún susto, parecía estar consolidado en Primera División, se vino abajo de manera incomprensible y vivió un amargo descenso. La Real contó con la baja del portero Josetxo Araquistáin traspasado al Real Madrid. En contraprestación el Madrid cedió a cuatro jugadores (Villa, Raba, Chus Herrera y el sueco Simonsson, por lo que el equipo parecía reforzado, pero estos fichajes no dieron el nivel esperado. La trayectoria del equipo fue mala desde el primer momento y se trató de buscar de nuevo la solución interina de Joseba Elizondo, quien sustituyó a Baltasar Albéniz, pero esta vez no obró el milagro. Finalmente la Real concluyó la Liga en decimoquinta posición lo que le condenó al descenso directo. Además al bajar la Real a segunda, arrastró en su descenso al Sanse, que paradójicamente había realizado una brillante campaña en Segunda.
El lustro en Segunda División (1962-67)
Recuperar la categoría costaría a los realistas más de lo deseado y esperado. El descenso produjo una espantada de cerca del 40% de los socios, lo que disparó el déficit del club. En esa difícil situación la directiva del club dimitió. La única persona que accedió a presentarse para coger las riendas fue el exalcalde donostiarra Antxon Vega de Seoane, hijo de un anterior presidente.
La primera temporada en Segunda entrenó a la Real, Perico Torres, que había entrenado brillantemente al Sanse la temporada anterior en Segunda. La nueva plantilla realista estuvo compuesta a partes casi iguales por novatos procedentes del Sanse (entre ellos varios jugadores que se convertirían en históricos del club como Arzac, Urreisti, Mendiluce u Ormaetxea) y veteranos de la primera plantilla. Desde el punto de vista deportivo, la Real pareció tomar pronto el pulso a la segunda división y en la temporada 1962-63 marchó durante buena parte del Campeonato en posiciones de ascenso. Sin embargo al final quedó relegada a la cuarta posición y se vio obligada a permanecer un año más en segunda división.
Para el segundo intento se eligió a un entrenador con caché y prestigio como era Antonio Barrios. Sin embargo Barrios no consiguió meter a la Real en la promoción. Aunque se le ofreció renovar, Barrios prefirió no seguir entrenando en Segunda. Para conjugar el déficit la Real tuvo que vender al delantero Olano, que se había proclamado la temporada anterior máximo goleador en Segunda (25 goles en 30 partidos).
Alineación de la Real Sociedad frente al Calvo Sotelo: (de pie) Zubiarrain, Iguarán, Martínez, Gorriti, Lema, Lasa (agachados) Urreisti, Arzak, Arregui, Arambarri y Boronat
De parecida forma se desarrolló la temporada siguiente (1964-65) con Román Galarraga al frente. A pesar del fiasco liguero, sin embargo en la Copa la Real llegó a alcanzar las semifinales tras eliminar a Ceuta, Real Betis, CA Osasuna y Sporting de Gijón. Su rival en semifinales fue el At. Madrid que eliminó a los donostiarras y posteriormente se proclamó campeón. La segunda temporada de Galarraga fue en cambio mala, la Real acabó en la temporada 1965-66 en 10.ª posición de su grupo de Segunda, en tierra de nadie a 8 puntos de la promoción de ascenso y 8 puntos de la promoción de descenso. Nunca había acabado la Real Sociedad en un puesto tan bajo de la Segunda y solo podía considerarse peor su papel en la temporada 1935-36, cuando fue 8ª de 10 y acabó a 2 puntos del descenso.
El histórico gol de Arambarri que valió el ascenso
Hubo que esperar pues a la temporada 1966-67 para conseguir el ansiado ascenso. La Real, de la mano de un nuevo entrenador, Andoni Elizondo, no comenzó bien la temporada manteniéndose en los puestos medios de la tabla. Pero una racha de catorce victorias y una sola derrota en quince partidos dejó a los donostiarras en primera posición antes del último partido en Puertollano. Especialmente importante fue la victoria sobre el que fue su gran rival aquella temporada el Sporting de Gijón.
El 23 de abril de 1967 la Real se jugaba el ascenso frente al Calvo Sotelo CF en Puertollano, equipo que no se jugaba nada. El empate era suficiente para asegurar el ascenso, pero las cosas se torcieron para la Real que comenzó perdiendo con un gol de Argacha en el minuto 40. El mismo jugador marcó en el minuto 50 el 2-0 en el marcador pero los realistas no se desmoronaron y dos goles, el primero de Boronat en el minuto 58 y el segundo del debutante Arambarri en el minuto 81, dejaron el marcador en tablas y a la Real en Primera división. Aquel grupo de futbolistas fue bautizado como los héroes de Puertollano. Además de Boronat y Arambarri formaban aquel equipo Zubiarrain; Gorriti, Iguarán, J.I.Lasa, Martínez, Lema, Urreisti, Arzac y Arregui. Otros integrantes destacados de aquella plantilla eran Alberto Ormaetxea, Gaztelu, el entonces todavía portero suplente José Esnaola o Rafa Mendiluce por ejemplo.11
La consolidación en Primera (1967-78)
Durante estos años (1967-78) la Real no sólo se consolidó en la Primera división sino que logró clasificarse por primera vez para competiciones europeas y, lo más importante, sentó las bases para los grandes éxitos de los años 1980.
Al frente de la nave realista estuvo durante toda esta época José Luis Orbegozo, el presidente más longevo y exitoso de la historia del club. Orbegozo, que habría entrado como tesorero en la directiva de Vega de Seoane, sustituyó a este como presidente después de que abandonara el cargo tras el ascenso. Como entrenador, siguió Andoni Elizondo, el técnico del ascenso y como segundo, otro exjugador realista Angel Segurola.
Los inicios fueron difíciles y sufridos. La temporada de la vuelta a primera resultó complicada para la Real, que estuvo siempre clasificada en los puestos bajos de la tabla. Finalmente los donostiarras acabaron la temporada 1967/68 en 14ª posición (de 16) y tuvieron que jugar la promoción con el Valladolid. El partido de ida en la ciudad castellana concluyó con victoria realista por 0:1 gracias a un gol de Boronat. El empate a 0 en el partido de vuelta en Atocha permitió a los donostiarras mantenerse en primera.
Las siguientes temporadas vieron cómo la Real se iba consolidando progresivamente en primera división, moviéndose siempre por los puestos medios de la tabla. Fue séptima en las temporadas 1968/69 y 1969/70, quedando en ambas a solo 2 puntos de los puestos UEFA. En la Copa de 1969 la Real alcanzó las semifinales tras eliminar al FC Barcelona y Atlético de Madrid, siendo eliminada por el equipo revelación del torneo, el Elche CF, en una eliminatoria que requirió partido de desempate e impidió una final de Copa Athletic-Real.
De cara a la temporada 1970/71 Segurola relevó a Elizondo como entrenador, mientras este asumía labores propias de manager o director técnico del club.12 La campaña fue similar acabando el equipo en octavo lugar. De todas esas campañas tan sólo al comienzo de la temporada 1971/72 se pasaron apuros clasificatorios, que provocaron el relevo del entrenador. Ángel Segurola dejó su plaza a Andoni Elizondo que regresó al banquillo, pero a partir de diciembre el equipo remontó e incluso llegó a estar muchas jornadas en puestos europeos, acabando de nuevo octavo.
En la temporada 1972/73 se hizo cargo del equipo Rafa Iriondo que volvió a clasificar a la Real séptima. Hubo que esperar a la temporada 1973-74 para ver a la Real Sociedad finalizar la Liga en puestos europeos. Bajo la dirección de Iriondo los donostiarras no comenzaron bien el Campeonato y tras perder en Granada en el primer partido de la segunda vuelta el equipo ocupaba la decimocuarta posición. Pero desde ese momento hasta el final del Campeonato la Real realizó una gran remontada que le llevó a la cuarta posición final y clasificarse por primera vez para una competición europea. Se trataba de la mejor clasificación liguera desde 1931.
Para su debut en la Copa de la UEFA a la Real le tocó en suerte el equipo checo Banik Ostrava. El partido de ida se disputó el 18 de noviembre de 1974 en Atocha y los realistas no pudieron brindar a su afición un resultado positivo ya que los checos se llevaron la victoria por 0:1 gracias al gol de Micka. En el partido de vuelta disputado quince días más tarde el Banik repitió la victoria, esta vez por 4:0.
Durante estos años se fue produciendo el progresivo relevo de la generación de Puertollano por una nueva generación de jóvenes jugadores procedentes del Sanse que acabarían formando la gran Real de los años 1980.
La época gloriosa: La Real de Ormaetxea (1978-85)
En 1978, tras la marcha de Irulegui al Español, se eligió como entrenador de la Real a un hombre de la casa, Alberto Ormaetxea, que había sido el segundo de Irulegui. Ormaetxea, durante los 7 años que dirigió a la Real, condujo al equipo a las más altas cotas de su historia.
Tres jóvenes se incorporaron al equipo aquella temporada 1978-79, el defensa Alberto Górriz, que acabaría 15 años más tarde convertido en el jugador con más partidos jugados en la historia del club; el lateral Genaro Celayeta y el delantero Pedro Uralde. Los pupilos de Ormaetxea realizaron un magnífico torneo liguero. La Real acaba en cuarto lugar y volvió a clasificarse para la Copa de la UEFA.
La temporada 1979-80 será una de las más recordadas de la historia del club, pese a no conseguirse ningún título. En la Copa de la UEFA 1979-80, la Real no tuvo suerte en el sorteo y fue emparejada con un histórico del fútbol europeo como el Inter de Milán. En el partido de ida en San Siro, el Inter ganó por 3:0 en un encuentro en el que los aficionados realistas desplazados a Milán fueron insultados y vejados por los ultras neriazzurri. En la vuelta, a pesar de estar la eliminatoria prácticamente perdida, en uno de los partidos más calientes de la historia de Atocha, la Real puso al Inter contra las cuerdas, aunque finalmente solo pudo ganarle por 2:0, cayendo eliminada.
Once tipo de la Real Sociedad durante la temporada 1979-80:
Bandera de España Luis Miguel Arconada
Bandera de España Genaro Celayeta
Bandera de España Julio Olaizola
Bandera de España Ignacio Kortabarria
Bandera de España Agustín Gajate
Bandera de España Periko Alonso
Bandera de España Jesús María Zamora
Bandera de España José Diego Álvarez
Bandera de España Roberto López Ufarte
Bandera de España Jesús María Satrústegui
Bandera de España Santiago Idígoras
Bandera de España Ent: Alberto Ormaetxea
Soccer Field Transparant.svg
ArconadaCelayeta}}KortabarriaGajateOlaizolaIdígorasP. AlonsoDiegoZamoraLópez UfarteSatrústegui
Suplentes: Pedro Otxotorena, Alberto Górriz, Gaztelu, Salva Iriarte, Luis Miguel Heras, Pedro Uralde y Juan María Amiano.
Roberto López Ufarte.
En la Liga 1979-80 la Real tocó la gloria con la yema de los dedos. Los realistas establecieron aquella temporada un récord de partidos sin perder, que perduró hasta 2018, al estar 32 jornadas consecutivas sin conocer la derrota, que sumadas a las 6 últimas de la temporada 1978-79 dejarían el récord en 38. Desde la jornada 10, Real Sociedad y Real Madrid encabezaron la clasificación en una dura pugna por el primer puesto en el que ambos clubes se alternaron. Con el golaverage particular ganado, ya que la Real había goleado al Real Madrid 4:0 en Atocha se llegó al penúltimo partido con la Real en el
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